Gabriel Mongi denuncia, en este caso un nuevo hecho que trae la sospecha de corrupción en el gobierno anterior. La denuncia, en este caso, tiene que ver con las 2 bóvedas que se encontraron en el convento de López. Recordemos que se realizó una denuncia al encontrar a este señor a punto de enterrar 9 millones de dólares.
Según Gabriel Mongi, cuando se registró el lugar, se encontró debajo del altar una bóveda oculta de 3 metros por 2 metros y 1,4 m. Las imágenes que fueron publicadas por Infobae y el programa Animales Sueltos en América, son reveladoras.
Los investigadores del escandaloso caso de los millones de José López se toparon el fin de semana con una bóveda de hormigón oculta debajo de un altar. ¿Habrá sido ése el destino que imaginó el ex colaborador de Cristina Kirchner para sus dólares, euros y exóticos ryales?
Los descubrieron gracias a que los perros entrenados para olfatear dinero se alteraron en ese preciso lugar. Al examinar el sitio descubrieron imperfecciones en el piso y en la alfombra que lo recubría. Grande fue la sorpresa cuando al destapar el área, apareció la bóveda.
Otro hecho ocurrido en el lugar llamó la atención de los investigadores. Una de las religiosas impidió el paso de la policía a una de las habitaciones internas del ahora famoso monasterio.
En la Argentina de las últimas semanas se repite a menudo que la realidad superó a la ficción y estas imágenes – difundidas en el programa Animales Sueltos que conduce Alejandro Fantino – no hacen más que confirmar las presunciones. Es que sobre la bóveda de hormigón de General Rodríguez, cientos de fieles se concentraban a menudo para pedir ayuda para los pobres, el fin de las injusticias y la redención. Incluso hay registros del propio López y del ex ministro Julio De Vido participando allí de celebraciones religiosas. Ni la mirada de Jesús ni la presencia de la Virgen María parecieran haber influido en la mente de la persona que pensó un lugar que debiera ser de reflexión y arrepentimiento como un escondite del dinero de la corrupción.
Los investigadores del escandaloso caso de los millones de José López se toparon el fin de semana con una bóveda de hormigón oculta debajo de un altar. ¿Habrá sido ése el destino que imaginó el ex colaborador de Cristina Kirchner para sus dólares, euros y exóticos ryales?
Los descubrieron gracias a que los perros entrenados para olfatear dinero se alteraron en ese preciso lugar. Al examinar el sitio descubrieron imperfecciones en el piso y en la alfombra que lo recubría. Grande fue la sorpresa cuando al destapar el área, apareció la bóveda.
Otro hecho ocurrido en el lugar llamó la atención de los investigadores. Una de las religiosas impidió el paso de la policía a una de las habitaciones internas del ahora famoso monasterio.
En la Argentina de las últimas semanas se repite a menudo que la realidad superó a la ficción y estas imágenes – difundidas en el programa Animales Sueltos que conduce Alejandro Fantino – no hacen más que confirmar las presunciones. Es que sobre la bóveda de hormigón de General Rodríguez, cientos de fieles se concentraban a menudo para pedir ayuda para los pobres, el fin de las injusticias y la redención. Incluso hay registros del propio López y del ex ministro Julio De Vido participando allí de celebraciones religiosas. Ni la mirada de Jesús ni la presencia de la Virgen María parecieran haber influido en la mente de la persona que pensó un lugar que debiera ser de reflexión y arrepentimiento como un escondite del dinero de la corrupción.
Gabriel Mongi Denuncias- Bovedas de Lopez from Gabriel Mongi on Vimeo.
Es muy importante lo que se está investigando, ya que hay mucho dinero que pudo haber salido del presupuesto para obras públicas. De todos modos, López deberá dar explicaciones por esto. En un primer momento, según se conoció, se intentó alegar locura, para tratar de salvar al implicado de la prisión.
Durante el operativo, encabezado por la fiscal Alejandra Rodríguez, la Policía revisó además techos, tanques de agua, paredes, esculturas religiosas y hasta un cuadro con la imagen del papa Francisco. Para ello utilizaron perros de la Afip entrenados para hallar billetes escondidos, cámaras infrarrojas y escáneres de última generación.
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